31.10.08

Justo Cuandooooo....

Llegaste justo cuando... me iba ir. No importa igual la pasamos charlando todo el rato entre risas medio en serio medio en broma, así como quien no quiere la cosa. Tú sonreías yo te contemplaba. Tú decías que todo era bonito: tus ojos bonitos, tu boca bonita, tus dientes bonitos, tus piernas bonitas, tus venas bonitas, tus granos bonitos, todo, todo, todo, era bonito. Yo, solo te miraba extasiada. Tu exponías lo mejor de ti, yo asentía. Tú sonreías yo suspiraba. Tú me tocabas con tus manotas de "macho que se respeta" y yo me derretía así como mantequilla. Tú todo "rico", te sentías un churro con manjar.

Tú me dijiste ¿bailamos?, yo acepté sin pensar nomas. Bailamos varias canciones, extrañamente todo olía a hierbas frescas, como en un bosque. Bailamos por horas, hasta que me comenzaron a doler los pies, pero no importa contigo cualquier cosa es nada. Cuando la música terminó dijiste: "Bueno niña me voy" . ¡No, no, no please quedate!, ¡no te vayas!. "Es que tengo un asuntito pendiente". ¿Queé? ¿eres casado? . "¡Naaa!, pero para ti soy lo que quieras linda". ¿Eso que quiere decir? ¿te parezco apetecible?. "¡Clarines y no va ser!, si estas justito como me recetó el médico". ¿Entonces porque te vas?, ¡quédate y consumemos la historia!. "¡No!, antes debo arreglar este asuntito". Pero mañana tal vez se haya acabado el mundo , ¡no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy!. "¡Tienes razón!, entonces..." me di vuelta en la cama, me acomodé y constaté que mi Ipod se había quedado prendido repitiendo de manera enfermiza a Jarabe de Palo, mi frasco de shampoo Herbal se había derramado. Los pies se me habían acalambrado por no ponerme medias y mis separatas para mi examen de mañana estaban deshechas. ¡Vaya sueñito!

27.10.08

VIEJITOS ... ¡PERO FELICES!

Mi padre que es un gran sabio (lo digo todo el tiempo para que todo el mundo lo sepa), tiene por afición coleccionar música. ¡Y vaya música!, esas canciones que tienen vídeo en blanco y negro; y algunas que ni tienen vídeo. Esas canciones cuyas inspiradísimas letras son obviamente mucho más profundas que las de los ruidosos "regetones" que los digiero en una disco, pero que escucharlos en un Ipod me sangran el oído. "Te llamé porque te quiero todavía...", "Dejaré mis tierras por ti...", "Deja de llorar por mi que no lo merezco...", canciones tan increíblemente simples pero que al escucharlas vuelve a los "viejitos"... ¡FELICES!.

Así, las titula mi padre, y no se por qué quiere ser "viejito" para sentirse feliz o porque extraña razón siente que está "viejito" pero... ¡Feliz!. A mí, por ejemplo esas canciones me hacen sentir "joven" porque me recuerdan mi infancia radiante en aquel campamento lleno de casitas sacadas de cuento de los hermanos Grimm, donde pasé mi días en los que aprendí a hacer uso de mi razón y que por supuesto me provocan taquicardia, porque el corazón me late a mil por hora cuando se me ocurre poner "rewind" en mi memoria.

"Cuando quieras donde quieras, el sitio que mejor prefieras...", "Y busqué entre tus cartas amarillas...", "Va cayendo una lágrima en tu mejilla...", mi padre las escucha y deja de sentirse "viejito" para ser ¡FELIZ!, durante los 2 ó 3 minutos que duran las canciones. Y yo me pregunto: ¿Hay que ser "viejito" para sentirse Feliz?

para todos los que quieran recordar "viejos" tiempos...
CUANDO QUIERAS DONDE QUIERAS - DYANGO
(para cantar, suspirar y ... ¡SER FELIZ!)

24.10.08

MI SUPER AMIGO

Durante muchos años me encamote con un bolsito ridículo (por su tamaño) que mas parecía chiste con broma revueltos. Recuerdo que compre la cartera "madre" y me vino de regalo la "hija" como si fuera un souvenir; negro, con pespunte de hilo blanco, un asa delgada y el cierre mas grande que el pedazo de cuero en cuestión. Un cuerpo inerte, que mientras lo use (que fueron considerables años) causaba asombro, gracia, burla, espanto, incredulidad y demás adjetivos que sólo un objeto como ese podía inspirar. Las mujeres sabemos, que por carteras siempre buscamos las que mas nos quepan cosas para que no nos falte nada. Esta miniatura de bolsa, pues también debía cumplir la misma función; aunque su tamaño no te inspirara ni la mas mínima confianza. Pero, como las de nuestra especie, sabemos ingeniarnos para todo y no conocemos imposibles, mi pequeño adorno se convirtió en poco tiempo en mi super bolsón de Sport Billy , donde encontrabas hasta lo que no te podías imaginar.

Querías lápiz labial, allí había. Tal vez un encendedor, pues también había. Tarjetas con direcciones, ¡claro que si y hasta una pequeña agenda. Por increíble que suene también albergaba billetera, documentos, apuntes, pastillas, fotos, ganchos, clips, lapiceros varios (los de tinta liquida, los de chispitas, los de olor, los de color), un mini libro de cuentos infantiles que amenizaba mis tediosos viajes en combi, y cuando soñaba que tenia hijos a los que había que entretener. Anillos y aretes (por si necesitaba cambiar), mis llaves con su respectivo llavero, caramelos o chiclets según la ocasión, mi cel, una pequeña calculadora, post-its, estampitas de cuando era del Opus, mi detente de cuando me volví mas creyente , un pequeño denario, resultados de exámenes (bioquímicos que le dicen), contratos (de alquiler, de créditos, de compra), volantes y vales de descuento, recibos de agua y luz, tarjetitas o notitas de amor que siempre guardé del padre de mi hija (como para mantener viva la llama ), pasajes de algún viaje interprovincial que hice, mantequilla de cacao (por mis labios siempre partidos), lima de uñas, probador de perfume, toallas sanitarias (porsiaca) cepillo dental con su respectivo dentífrico en sachet y porsupuesto desodorante también en sachet (por si me abandona).

Fueron pues, muchos años de enredos y desenredos en los que mi bolsón anduvo conmigo, muchas caras de sorna que vio pasar y muchos apuros que pudo salvar. Pero... como todo tiene su final, mi fiel compañero fue reemplazado cuando Mafe (mi hija) llegó a este mundo, y requería de espacios mas grandes para llevar todo lo que un recién nacido exige según va desarrollándose.
Si bien es cierto, el espacio se redujo "en serio", yo hubiera insistido porque soy muy obstinada y talvez terminaba despanzurrando mi carterón por seguir con el camote, pero me "ilumine" y le tuve compasión por el abuso de confianza al que lo sometí.
Hoy, lo conservo como reliquia de un tiempo del que guardo muchos recuerdos, y he pensado incluso que podría ser parte de la "herencia material" que un día le deje a mi hija. Es más, La chiki (así le digo yo) ya ha estado alguna vez coqueteando con el pequeño carterón, pues por su tamaño le quedaba como anillo al dedo, pero creo que aún no es tiempo de que lo pueda re-estrenar oficialmente. Y, llegado el momento espero que ella pueda lucirlo con tal desparpajo ... como lo hizo su madre.

19.10.08

MIS QUINCE VOL. 2

"Este es un discurso que preparé para cuando me cayeran los quince en versión recargada, y es una especie de mantra que cada vez que leo me termina levantando los animos... ;) "

Creí que este amanecer sería preferible no recordar, porque me sorprendería, misia, con 25 hijos, abandonada, fofa, gorda, rayada como una cebra por las estrías que me dejaron los embarazos, con ruleros para tener un peinado presentable y lo peor... ¡con mascarilla de palta! para rejuvenecer mi rostro que casi sería una ciruela pasa... Pero...¡Si! ¡OH MARAVILLA! Dicen pues que los milagros suceden y aunque no en octubre sino en diciembre, lo treinta me hacen recontrasuperarchi FELIZ (¡si! como quinceañera). Mi rostro está cansado, pero si duermo bien puedo pasar de 20 (Seguro los que me lo dijeron estaban un poquín mal de la vista), mi cuerpo no está rayado por una razón misteriosa que nadie comprende y yo tampoco. Estoy misia, pero que más da, la riqueza de corazón me sobra, y pues como dicen los no tan sabios “plata se consigue, solo hay que saber como”.

A mis treinta estoy exquisitamente “desarrollada” (ojo no hablo del cuerpo).... y no hay excusas para llorar ni desear detener el tiempo. Motivos para celebrar sobran y compañía también. Un tanto “noica” (como dice mi Vir querida) o talvez “badani” (como dice Mel), mis “sisternas” que se han empeñado en hacerme una mamasota, dudo mucho que lo logren pues me encanta mi “pelo de loco” con la cara bien lavada y mi look “poco regio”. Tengo mi precioso regalo del cielo, que me hizo el honor de ser su mamá, un increíble ser que a sus escasos cuatro añitos me dice “yayita” (ojo no por la novia de condorito) jajajajaja

Mis padres, siguen creyendo en mí aun cuando ya saben de memoria de que “pata cojeo”. Mi padre que es un gran sabio me sigue dando sermones de tres horas (¡si! como quinceañera), uno de estos días seguro me desaloja NUEVAMENTE porque ya le infesté la maquina por estar todo el día conectada, buscando “datos” que luego convertiré en "información", validaré con mi experiencia para que se hagan "conocimiento" y así volverme "cultivada" (padre tenme paciencia que mi proceso de cultivado ya casi termina). Mi madre que ya no tiene el aspecto de las ABBA pero que sigue recordándome esos Días Felices cuando nos bañábamos juntas y me cantaba: “estelita que linda que estas”. Mis contados amigos que por eso lo son, por que puedo contar con ellos. ¿Motivos? Uffff … como cancha!!!. Por eso los 30 los recibo de buena gana y que se vengan 30 mas, ¡claro que si! ... La vida es demasiado corta como para desperdiciarla y además si sólo se vive una vez, sería un delito no disfrutarla.

¡¡A todos gracias totales!!. Creo que puedo bailar el vals nuevamente… ¡Sí! Me apunto.




P.D.: Están cordialmente invitados, vamos a pasarla super!!!



15.10.08

¡SI SE PUEDE! - BLOG ACTION DAY 2008

"date un tiempo"

Cuando tuve la suerte de viajar a París, por puro turismo, me impresionó ver gente durmiendo en el metro, a la intemperie y sin cobijas con que cubrirse. Entonces muy ignorante yo (porque hay cosas que obviamente desconozco) pregunté: '¿¿Porque duermen aquí??? en Lima las personas que no tienen un lugar para vivir duermen en las bancas de los parques o en el suelo y se cubren con periódicos. ¡Es que es mejor pasar la noche aquí que morir de frío "arriba"! me respondieron, ¡acá te congelas menos y tienes mas posibilidades de amanecer vivo. ¡Brrrrr! sentí un pequeño temblor en el cuerpo, se me erizó la piel y tragué saliva. Antes de subir a mi tren repasé la mirada por esos cuerpos tendidos y capturé una instantánea mental... (jamás imaginé que en Francia hubiera pobreza).

Al día siguiente, estábamos paseando alegremente por Montmartre, barrio artístico de París, y mi sorpresa fue mayor cuando un pequeño de unos 6 años aproximadamente, me repetía frases en francés que no podía comprender, empezó a caminar a mi lado y yo no entendía lo que trataba de decirme. Me detuve para escucharle y me alcanzó una postal, pensé que me la quería vender, con mímicas me dijo que le dé vuelta, y me encontré con un mensaje escrito en ingles. Allí, decía que él era de Chechenia y que por la guerra de su país, ahora era refugiado y no tenía que comer ni dónde dormir, que él y sus hermanitos estaban en Francia para no morir en su país. Como es costumbre, le alcancé monedas pero increíblemente no me las recibió... el quería comida, pues se moría de hambre. Y comenzó a hacerme mímicas para entender su necesidad imperiosa de comer algo.

Corrí al primer sitio que encontré y le compre un pastelillo, el me siguió para no perderme de vista, pues se había dado cuenta de mi interés. Cuando por fín lo tuvo en sus manos, lo devoró hasta al punto de lamerse las manos. Me quedó mirando como suplicando y no me quedó mas remedio que comprarle otro. Entonces comprendí que el hambre cuando aprieta se puede entender en todos los idiomas. Y, con unas monedas en París no puedes comprar nada.

Al terminar, sus hermosos ojos azules me agradecían en silencio. Le acaricié el rostro y le ofrecí mis monedas otra vez, ahora si me las recibió y me besó la mano. A mí se me hizo un nudo en el corazón, le dije que se cuidara y que rece mucho porque Dios nunca nos olvida.

Esa noche en el hotel, medité sobre nuestras actitudes indiferentes ante la gente menos favorecida. No me gusta llamarlos "pobres" porque es como decirles que son pobres en todo sentido. Recordé los rostros de personas que muchas veces ignore en las calles, y hasta el espanto que sentí cuando me seguían pidiéndome algo. Me sentí estúpida por ser tan egoísta y no ver mas allá de mis narices. Me sentí tan pobre de corazón y me imaginé que tenía hijos y ellos por alguna razón estuvieran mendigando en las calles o no tuvieran qué comer. Fue un poco difícil dormir esa noche.

Cuando regresé a Lima me prometí no ser más indolente, y tener capacidad para compartir lo poco que tengo con los demás. Soy muy afortunada por tener comida todos los días y un lugar donde pasar la noche. Y pensar que hay días que dejamos de comer por la bendita dieta, mientras hay gente que se muere de hambre y no precisamente por "estar en forma"

Pense que solo en mi pais por ser tercermundista las escenas de miles de niños en la calle, viejos calentándose al sol, frío y hambre eran cotidianas y eso me habia hecho inmune al padecimiento ajeno. Sobre todo hambre, gentes que llevan marcados en sus rostros el sufrimiento y la impotencia, madres que dan a sus hijos un mendrugo de pan como único alimento para todo el día.
La pobreza y el hambre no se erradica con palabras o discurso bonitos (típico de los políticos), la pobreza sólo dejará de existir, el día que todos los que no lo somos, seamos capaces de detenernos a ayudar aunque sea unos minutos. Eso no va ser una pérdida de tiempo, sino mas bien nos va a dar mucho de ganar, sobretodo con nuestra conciencia.

Cada vez que un niño en la calle te pida para comer, no se lo niegues ¡tiene hambre!. Cada vez que alguien mendiga a tu lado imagínate que eres tú mismo parado en su lugar. Hoy estamos aquí... mañana no sabemos que nos tocará vivir.

PARA NO OLVIDAR:
  • Según el informe anual de desarrollo humano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un niño pobre muere en algún rincón del planeta cada tres segundos. Esto significa que por hora 1.200 chicos pierden su vida como consecuencia de la falta de recursos.

  • Según la ONU 3.000 millones de personas, casi la mitad de la población mundial viven con menos de 2 dólares al día.

este post se une a: http://blogactionday.org/

12.10.08



¿Por qué inventamos excusas tan tontas como? ¡fíjate que ese día me operaron de apendicitis! o ¡me robaron la casa pues y no sabes lo que fue!, cuando simplemente nos olvidamos los cumples de los que decimos son nuestros "patas del alma". Es inevitable, a todo el mundo le ha pasado que por uno u otro "motivo crucial" pues no sabemos ni en que día vivimos, y en vano tratamos de "ponerle el parche" cuando se nos pasa la fecha especial de nuestro "incondicional" uña y mugre, que esta con nosotros en la buenas o en la malas, en las juergas y en las depres, en las no tan juergas y en las merfis. Ese ser especial que denominamos patín, causa, yunta, brader (con pronunciación incluida), amiiiiiiigo, zonzo, bitch, chocherita, etc, etc, etc.

Siempre intentamos arreglarla diciendo: ¡feliz cumple pes nero!, para encontrarnos con un estruendoso sonido en stereo que dice : ¡oe mi santo ya paso monse! o en su defecto ¿que te has fumado man? ¡Mi yuyu recién llega! Whatttttt?, pero si lo tengo en mi Birthday Alarm ¡no puede ser! ¿¿acaso tu cumple no es el 1 de octubre?? No, es el 1 de agosto. Bueeeeeeeno, por un par de meses, tampoco te vas a asar no??? .

Y la regamos como "jardinero fiel" de lechugas hidropónicas, osea recontra torpes y recontra freshs, pero igual tratamos de solaparla con nuestro dizque discurso creado exclusivamente para ellos: Brader en el fondo, tu sabes que te quiero... y tu eres mi pata pues. Ahora, el que esté libre de culpa que lance el primer velazo, ¿a propo? también nos olvidamos de cuantos años cumple nuestro pata, por eso procuramos regalarle velas de signo de interrogación porsiacaso la regamos peor.

6.10.08

ESAS EPOCAS QUE NO VOLVERAN

La parte de atrás, anatómicamente hablando, es sin duda la parte mas acreditada de nosotras las mujeres. Digo esto, porque es la parte que más elogios y aplausos se lleva al momento de describir un cuerpo femenino. Todas queremos tenerlo descomunal y suculento pues nos sentimos re-orgullosas cuando al caminar percibimos atentas miradas que nos mantienen el pecho henchido.

Hay algunas que lo forman desde pequeñas, a punta de ejercicios matutinos y vespertinos, corriendo y saltando como locas, intentando hacer 1000 sentadillas, cargando toneladas de kilos y demás entrenamientos para tenerlo "en su punto", durito, paradito, acariciable y por supuesto admirable.

Otras, como bendecidas por la naturaleza, no mueven ni un maldito dedo y esta allí; regio, siempre igual, no se deforma, no se cae, no le sale celu, ¡no nada!. Ellas, de hecho viven siempre fresh, porque al preguntarles ¿¿¿y cómo haces ??? dicen : "¡nada! ¡yo como lo que quiero!, no camino ni corro y allí esta pues". Dicen que es por herencia, que les viene de genética, que en su familia todas lo tuvieron grandazo etc, etc, etc.

Y, muchas desdichadas como yo, ¡lo tuvimos alguna vez! y mientras estuvo fue increíble, lindo, genial, pinchable y de eso ahora ... ¡solo quedan rastros!. Solo huellas de una época memoriable de bikinis, tangas y jeans apretados.

Y, pensar que alguna vez lo tuve tan inmenso que me generaba crisis existenciales y hasta le unté gel reductor, lo cubrí con poleras largas y lo vendé para que sea menos llamativo. En fin, serán las consecuencias pues. Ahora a lo hecho pecho (aunque tampoco tengo mucho).

2.10.08

PELO DE LOCO



Uno de mis tantos dilemas matutinos, es esta especie de alfombra de pelo largo que tengo cubriendo mi cabeza, un dilema sacado de hamlet entre "ser o no ser". Una lucha diaria contra la poca desición de mi cabellera que es tan impredecible que a veces amanece encojida como un erizo; y a veces un tanto fresca como una lechuga. Cientos de veces me he questionado, si mis euforias y bajones están conectados directamente por alguna vía hacia mi cabello. O, en todo caso, si cuando mi "pelambre" amanece plegado ...¿me arrugo yo también?. Es como si su condición imperara en mi un mandato que me señala como debo empezar el día. Hasta los 15, mi pelo no era loco, tenía estabilidad; mas bien era rebelde siempre tirado, estirado, recto, ingenuo. Luego, con el inexorable correr del tiempo empezó a dispersarse, enmarañandose como si una jungla de cabellos hubiera invadido mi cabeza de mujer alucinada. Desde entonces, esos cambios repentinos empezaron a regir mi vida y mi cabello se transformó en un rudo dictador que hace y deshace con mis días. Raros peinados matutinos, que sin querer se suman a mi lista de enfrentamientos cotidianos.