9.6.09

SOMOS SÓLO UNA VIA

La Chiki, mi adorable hija, crece día a día sin ninguna pausa. De aquel pequeño ser indefenso y frágil hoy sólo quedan recuerdos que casi siempre me hacen llorar.
Ahora, mi Chiki, dejó de ser un bebé para darle paso a una niña más fuerte e independiente, lo cual sin duda me hace sentir orgullosa. Sin embargo, ese desprendimiento que de pronto empieza a manifestar también me hace llorar inevitablemente.
Es entonces que comienzo a comprender aquella frase que alguna vez leyendo a Khalil Gibran se me quedó grabada: "Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijos de la vida". Recuerdo que yo tendría unos 8 años y solía pensar que ese "poeta" era muy sabio pues descifraba exactamente lo que en ese momento sentía, pues mi madre se encargaba de hacerme saber todo el tiempo que por ser ella MAMA yo debía ser HIJA y guardar mis distancias.
"Tus hijos no vienen de ti sino a traves de ti y aunque estén contigo no te pertenecen", repetía yo en silencio cada vez que mi progenitora intentaba ordenar mi vida. "puedes esforzarte en ser como ellos pero no procures hacerlos semejantes a ti" murmuraba entre dientes mientras recogía mis enredos y mugres.
Así, transcurrió mi infancia entre frases y poemas que calmaban mi "alma rebelde" hasta que me tocó ser MADRE para darle nuevamente sentido a mi viejo libro del poeta. Pero esta vez no para hacer de eso mi bandera sino mas bien para descubrir con tristeza que en efecto SOMOS SOLO UNA VIA, por la cual nuestros hijos llegan a la vida. Podemos abrigar sus cuerpos, pero no sus almas.
Y, la Chiki me vuelve a dar la razón. Puedo procurar "mantenerla en regla" pero ella decide lo que quiere sin siquiera vacilar. Puedo querer protegerla, pero ella tendrá que aprender a cuidarse. Puedo enseñarle lo que es bueno o malo, pero ella será quien elija lo mejor. Es decir, puedo ser su MAMA, pero ella es HIJA y exige distancias.
Entonces, ante tanta verdad, sólo me queda descubrir ¿qué clase de VIA soy? para que la Chiki pueda ser trasportada hacia sus sueños y anhelos. Y sólo le pido a Dios que me permita ser la VIA EXACTA para ella.

7.6.09

Y VOLVER, VOLVER... VOLVER




Han pasado exactamente 5 meses desde que me deconecté del mundo blogueril y debo confesar que han sido como 5 años para mi. Entre los asuntos cotidianos y los no tanto, se han suscitado momentos en mi vida que me animaron a regresar por estos lares para compartir con ustedes mis amigos virtuales mis alegrias y pesares.


Para recomenzar, quiero agradecer los mensajes que me enviaron, pues me llenó de emocion pensar que aun en el mundo virtual existen quienes te echan de menos. Gracias por sus muestras de cariño.


Espero contar nuevamente con su apoyo y retomar el feedback que hasta hace poco mantuvimos tan estrechamente.


¡Bienvenidos!